Para disfrutar de los placeres del ocio, la Costa Brava dispone de numerosas playas. Si todas merecen la pena el desvío, algunas se distinguen por su ubicación, sus características o sus curiosidades cercanas. Te ofrecemos una selección.
La localidad de Blanes cuenta con nada menos que cuatro playas que merecen una visita. Situada al norte de la ciudad, Cala Treumal se beneficia de un entorno excepcional: un pinar en un entorno natural y la proximidad inmediata del jardín botánico Pinya de Rosa.
La playa de Fenals gustará a todos los públicos. Segunda playa más grande de Lloret de Mar, su cala se divide en dos partes, una «urbana», que ofrece muchos servicios, y otra, con un entorno más natural. Es ideal para nadar.
Situada en el corazón de Calella de Palafrugell, la playa de Port bo es la continuación de sus vecinas En Calau y Malaespina. Además de los múltiples servicios que ofrece, la playa goza de una ubicación ideal entre casas con soportales típicos y arrecifes rocosos. Sobre todo en julio, el primer sábado, al caer la noche, acoge el famoso recital de cante de Habaneras de Calella.
A tan solo una hora de Girona, Tamariu es una playa de 180 metros muy bien equipada con un mar cristalino bordeado de árboles. Con su club de buceo, sus kayaks y su club náutico, las familias encontrarán rápidamente lo que buscan.
Amantes de la vida submarina, la playa de Cap Roig en Calonge es para vosotros… Armados con vuestra máscara, tubo y aletas, podréis admirar fácilmente la belleza de su fondo marino. Y después de tu esnórquel, apreciarás el magnífico entorno que te ofrece esta playa separada por un gran peñón coronado por pinos.
A una hora de Barcelona, la cala de Begur alberga hermosas casas de pescadores y un mar transparente en su pequeña playa de 80 metros. Está equipado con duchas y un aparcamiento cercano.
Si buscas una playa auténtica, S’Alguer, en Palamós, debería encantarte. Pequeñas casas de pescadores como congeladas en el tiempo, pinos en las alturas, un fondo marino transparente… Esta playa de cantos rodados hará las delicias de los amantes del submarinismo.
Para los que buscan paisajes salvajes y un entorno preservado, la playa de Taballera en el parque natural del Cap de Creus. Para llegar prefiere caminar, siguiendo el GR11, o acceder por mar, no te defraudará cuando llegues a esta cala poco frecuentada.
Su fácil acceso para todos convierte a Cala de l’Almadrava en la playa más popular de Roses. Sus aguas tranquilas harán las delicias de las familias y servirán de cobijo cuando la tramontana atraviese la comarca.
Situada entre Llança y Colera, la playa del Borro es una playa salvaje cercana a Cap Ras. También es uno de los pocos lugares de arena de la zona. Todos encontrarán allí un momento de descanso y relajación y disfrutarán de un baño en aguas poco profundas.
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